Capítulo 4: ¿Qué ha pasado con Querida Sofía?

Hola a todos de nuevo,

esta semana he venido a hablar de mi libro, modo Paco Umbral. En la última entrada (ver aquí) en la que os hablé sobre Querida Sofía, os expliqué como fue la experiencia de la revisión con mi grupo de lectoras cero. Después hubo un parón originado por mis estudios y la gente no para de preguntarme, ¿cuándo publicas tu libro? Pues bien, hoy desvelaremos el misterio y además me gustaría compartir con vosotros un trocito del libro.

Cuando terminé de estudiar, lo primero que hice fue terminar de meter los cambios que me habían sugerido mis lectoras y darle una última lectura de repaso, antes de registrarlo en el Registro de la Propiedad de Andalucía. Tras eso saqué un listado de las editoriales a las que quería enviar mi libro y preparé todos los requisitos que exigían (carta de presentación, sinópsis, resúmenes, etc…). En algunos casos tuve que enviar el manuscrito impreso (ya nos vale en plena era de la digitalización) y en otros en formato digital. Es curioso, pero no te lo ponen fácil para el envío de manuscritos, las grandes editoriales te marean en sus web, te dan direcciones erróneas, te dicen que actualmente no recogen manuscritos, etc, etc… De todas formas, no me desanimé y lo he enviado a todos los sitios que he podido dentro de los que había preseleccionado.

Como tengo claro que no soy J.K. Rowling, me cuestioné también presentar la novela a concursos literarios para ganar visibilidad. Total, esto es pura estadística, mientras más participes, más opciones tienes de que la probabilidad juegue a tu favor. El tema concursos tampoco es sencillo, porque muchos de ellos te obligan a garantizar que no vas a presentar la obra a otro sitio y además te limitan mucho. Así que tras pensar, ¿qué es lo que quieres conseguir?, decidí que mi única opción era participar en el Premio Planeta, así que ni corta ni perezosa eso he hecho, aplicando mis principios estadísticos, si presento todos los años una novela, llegará el momento en que alguna sea lo suficientemente buena como para quedar entre las 10 finalistas o incluso entre las dos primeras. Así que en eso estoy.

El fallo del Premio Planeta es en octubre, así que supongo que para verano dirán qué libros son los 10 finalistas y entonces, como espero haber obtenido respuestas de las editoriales o silencio administrativo, pasaré a autopublicar el libro. Así que gane el Premio Planeta o no espero para octubre o noviembre, tener Querida Sofía lista, como un libro de verdad, que la palabra manuscrito me recuerda a cosas muertas y la literatura es algo muy vivo.

Ahora os dejo con un fragmento. El libro versa sobre un consultorio on-line, y está escrito en formato e-mails, para que no os resulte extraño. Lo de jmail, bueno es que soy de Jaén, me gustan las j.

Nos leemos impares!!

 

“De: mariacreina@jmail.com

Para: queridasofia@jmail.com

Asunto: la soledad

14:42 19 de junio de 2016

Querida Sofía,

Leí tu anuncio en el periódico. Me parece tan bonito y nostálgico que aún exista gente con ganas de ayudar a los demás…Soy mucho más de cartas escritas a mano que de esto tan moderno con los ordenadores, pero ahora incluso los viejos sabemos de las cosas estas del internet. ¿Sabes que cuando era joven escribí a una revista para preguntar si debía o no casarme con mi novio? Qué tiempos…

Quería contarte un problema, para eso supongo que estás. Verás hija, soy viuda desde hace 3 años. Tengo hijos, pero son ya mayores y cada uno vive su vida, así que desde que falleció mi marido pues vivo sola en casa. Yo gracias a Dios aún estoy bien, puedo hacer mis cosas, limpiar, cocinar, salir a hacer la compra. Me he apuntado a un club de cocina y a otro de lectura y la verdad es que me distraigo mucho. Mi problema está en que vivo mucho mejor y tranquila y a gusto desde que soy viuda y me da vergüenza reconocerlo en público. Mis vecinas y mis hermanas están todo el día recordándome a mi marido, que hay que ver, que lo tengo que echar mucho de menos, que por qué no me voy con alguno de mis hijos a vivir, que una mujer de mi edad (68 años) no debería vivir sola. Y yo es que estoy la mar de bien y eso me hace sentir un poco culpable.

Mi marido, no era un mal hombre, pero tampoco es que me hiciera la vida muy agradable, sobre todo desde que se jubiló y estaba todo el día en casa y mis hijos ya tienen su vida, sus propios hijos, y ahora que por fin hago lo que quiero no voy a irme a sus casas a hacer de niñera, que mis nietos son los mejores porque son de mi sangre, pero son unos terroristas en potencia (eso lo han heredado de las familias políticas porque en casa somos todos muy educados).

Mari Angustias, mi mejor amiga, va la semana que viene al programa de Juan y Medio y lleva un tiempo intentando convencerme para que yo también vaya. Y mira, yo me pongo mala nada más que pensar que tengo que volver a pasar por lo mismo, acostumbrarme a las manías de otro hombre, a sus cosas buenas y a sus cosas malas, a lo que le gusta de comer, a cómo dejan los cuartos de baño (porque entre tú y yo Sofía, me quedé con las ganas de que mi marido no se dejara el pegote cada vez que entraba) y que no, que no repito experiencia. Y claro, cada vez que lo pienso, en el fondo me entra un poco de cargo de conciencia porque parece que es que quería que se muriese mi marido y tampoco es eso. Es que ahora tengo una vida diferente, puede que un poco mejor. ¿Soy mala persona por eso? ¿Lo que me pasa es algo normal?

En fin hija, cosas de vieja chocha, espero no haberte aburrido mucho.

Saludos,

María C”

 

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By Impar

2 Comments

  1. Jaime

    Estaremos atentos a esa publicación!
    Y mucha suerte con el Premio Planeta!

  2. Impar

    Gracias Jaime!! Invitaré a un par de rondas cuando lo gane. Estad atentos!!

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