Mirando al mar

A veces miramos nuestra vida como miramos al mar, sin adivinar su magnitud, sin entender lo grande que es. Miramos hacia delante y hacía detrás e intentamos comprender cómo se han generado las olas de nuestra vida, las que nos han traído al aquí, al ahora.

En realidad la vida no es muy diferente a una playa con olas. Hay olas que te permiten un baño relajante, otras que te trepan pero de las que consigues salir victorioso, otras que te llevan a la oscuridad del mar, las olas son como el destino, nunca sabes cuál va a ser la siguiente.

Y luego estamos nosotros, los seres humanos:  los que sólo se meten cuando la playa están en calma, los cómodos, los que se divierten y juegan con las olas, los valientes, y los que se lanzan cuando hay bandera roja, los estúpidos. También están los que no se meten en el agua, los que dicen que ellos no son animales acuáticos y que hay que ser como se es, uno mismo. Estos son los peores, porque excusados siempre en el “yo es que soy así” nunca logran ser mejores.

Los cómodos, llevan una vida fácil, no cometen muchos riesgos, sólo riesgos perfectamente calculados. Todo está estudiado al milímetro, el tiempo del baño, la temperatura del agua, los accesorios para entrar al agua, etc etc… El baño es placentero, sin sobresaltos, aburrido en su parte final.

Los valientes, también calculan riesgos, son valientes no idiotas, pero no les importa la temperatura, el tiempo que van a estar dentro, ni que una ola les arranque el bañador y los deje con el culo al aire. Siempre se puede empezar de nuevo con un bikini más ajustado, pero mientras disfrutan el baño, se ríen, se sumergen y bailan con las olas.

Los estúpidos, son los que ahora se llaman tontos motivados. Los que no miden nada, los que arriesgan sin sentido. Nunca sabemos si disfrutan o no, normalmente las olas no los dejan volver a la orilla.

Y por último los naturales, los que no necesitan el mar, los que son ellos mismos, pero nunca llegan a descubrir que lo que eres es la suma de tus experiencias. Son los que critican a los que se meten en el agua en la modalidad que sea, los que nunca serán más que eso, gente que mira.

A veces somos un poco mezcla de estas cuatro personas, a veces tenemos desarrollada más una de estas personalidades y otras la tenemos muy definida. Depende de las veces que te enfrentes al oleaje.

¿Vamos juntos al mar?

By Impar

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