Todos nacemos para un objetivo en concreto,
hay quienes lo hacen para salvar vidas,
quienes simplemente la mejoran con sus logros e inventos,
otros vienen para emocionarte con sus palabras, dibujos, música o arte.
A estas personas todos las conocemos, utilizamos sus invenciones,
nos ponemos sus vacunas o nos emocionamos con sus melodías.
Y luego están esas personas desconocidas,
que nunca llegan a ser famosas,
pero que también tienen un gran objetivo:
lograr que aprendas a amar,
hacer que tu corazón crezca más que tú,
que percibas algo superior a lo que pensabas que podías sentir.
A veces es un hijo, un amigo, un padre, un gran amor, un hermano, un abuelo, un primo.
Hay personas que no serán recordadas por todos, pero que siempre vivirán en algunos,
porque también han cambiado tu vida.
Y nunca se van.
El primo porculero
20/11/2017Me quedaré con el recuerdo, como dice mi falso nombre, de ser ese primo porculero que te cogió la mano y te hizo abrir los ojos mientras estabas tan tranquila aquella tarde…