El síndrome de Diógenes de las titulaciones

Hola Impares,

hacía tiempo que no escribía un artículo de reflexión y ahora que está tan de moda tener o decir que tienes un máster o un doctorado, me gustaría reflexionar con vosotros sobre ello. No, no voy a entrar en política, ya que como ejercicio liberador de mi paz mental, he decidido no leer ni entrar en nada que tenga que ver con esos temas,  me producen un desgaste que no compensa.

En esta entrada quiero reflexionar sobre el tema máster y formación, como requisitos para ser un buen trabajador. Desde mi punto de vista, un máster, antes de empezar a trabajar no sirve de nada y yo personalmente no lo valoro, o lo valoro igual que tener una carrera. Me parece genial que se invierta en formación, pero creo que no son aprovechables, porque no has puesto nada aún en práctica y no eres capaz de ver la materialización de lo que estudias hasta que lo haces. Sin embargo, cuando ya tienes experiencia laboral y recibes esa formación extra, el rendimiento que le sacas a lo aprendido en un máster es mucho mayor y es cuando realmente te aporta un valor añadido.

Yo no tengo un máster, soy del plan educativo antiguo, porque con el nuevo, la formación de menos que te dan (ahora un grado se hace en menos tiempo que una licenciatura) se suple con eso, lo cual no deja de ser un golazo a nuestro bolsillo que nos han metido los diferentes gobiernos que hemos tenido. Tengo dos licenciaturas y posteriormente a lo largo de mi carrera profesional he ido adquiriendo formación específica de mi profesión, mayor nivel de idiomas, de informática etc…  Si miro hacia atrás, creo que si en vez de las carreras hubiera dedicado más tiempo al Inglés y a ser una experta en Excel, (aspectos que en la educación pública ya sea a nivel infantil o superior dejan mucho que desear) habría estado más preparada para trabajar, que con todo lo que tuve que invertir de tiempo y dinero en la carrera. Y es que, es duro decirlo, pero es la realidad, la formación que se recibe hoy en día (salvo excepciones) solo supone como máximo el 5 o 10% de lo que se necesita para un puesto de trabajo. El resto de cosas te lo enseñan o lo aprendes trabajando.

Pero dejando a un lado la educación que recibimos y que nos venden como trampolín para nuestro futuro, hay otras cualidades tan o mucho más importantes que no te enseñan en ningún sitio:  la humildad, la comunicación, la generosidad, el compañerismo y la excelencia. Esas cosas se suelen traer de serie ya que vienen en la personalidad, pero también se pueden aprender y lamentablemente no se ponen en ningún currículum ni te lo exigen en ningún proceso de selección. Para mí, valen mucho más que un máster en una universidad privada.

Alexas_Fotos / Pixabay

Nos encanta acumular cosas, tenemos el síndrome de Diógenes de las titulaciones (yo incluida) y acumulamos sin ton ni son cursos que no sirven para nada, máster, certificaciones, postgrados…porque pensamos que serán un elemento diferenciador, y sí, antes lo eran, pero ahora no tanto. Y es cuando todo el mundo tiene acceso a lo mismo, y que conste que desde mi opinión personal, la educación y la cultura tendrían que ser mucho más asequibles de lo que realmente son, y de mucha más calidad, es cuando determinados valores cuentan más. Así que anota cuáles son y no solo te irá mejor en tu carrera profesional, la hayas iniciado o no, también en tu vida:

 

Comunicación:

  • Aprende a comunicarte con tus compañeros (ya sean iguales que tú, jefes o personas a tu cargo): asertividad, capacidad de escucha y humildad
  • Aprende a comunicarte con el mundo: idiomas (ya sea el tuyo nativo, como extranjeros)
  • Aprende a comunicarte digitalmente: lo básico que consiste en usar eficientemente el correo electrónico, las hojas de cálculo, hacer buenas presentaciones, etc… Y para los más punteros, programación.

Organización y planificación:

  • Aprende a establecer objetivos
  • Aprende a terminar todo lo que empieces
  • Aprende a estar concentrado en lo que haces

Excelencia:

  • Aprende a cuestionarte el por qué de las tareas y actividades que realices
  • Aprende a hacer las cosas bien, con un sentido, o no las hagas

Para finalizar y que no haya malentendidos, con todo esto no quiero decir que estudiar no sea importante. Lo es, te aporta unos valores y experiencias que te harán crecer como persona y que también te ayudarán a ser mejor en tu vida y en lo que hagas. Si algún joven me preguntase, yo siempre aconsejaría estudiar una carrera o una formación profesional. Pero no importa que hayas sido el mejor estudiando ni que tengas más titulaciones que nadie, si tu actitud y tus valores no son los correctos. ¿O acaso nos importarían los máster y estudios de los miembros del gobierno si hicieran bien y de forma eficiente su trabajo?

Un máster es un plus, pero sin una buena actitud y personalidad frente al trabajo, no sirve para nada.

Nos leemos Impares!

By Impar

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