Hola Impares,
llevo desde el domingo por la tarde intentando escribir esta entrada, emperrada en colgar una reflexión sobre lo que ha pasado en Andalucía. La he escrito tres veces y las tres veces la he tenido que borrar. No quiero hablar de política, no quiero malgastarme con algo que más que una solución comienza a ser un sin sentido.
Así que, como he terminado Todo esto te daré, de Dolores Redondo, que además fue la novela ganadora del Planeta hace dos años, os voy a hablar de este libro.
Antes de nada, para todos los curiosos y cotillas que estáis esperando mis torpezas, este domingo sobreviví sin incidentes domésticos. Lo más inútil que hice fue no conseguir expulsar a una mosca pesada que se había colado en mi salón. Por lo demás, lavadoras limpias, cocina sin olor a quemado y mi robot aspirador limpiando por mí la casa, mientras yo terminaba el libro sentada al solecito en mi terraza. Sí, la vida es para unos pocos, pediros una para reyes…
Comenzamos con el libro:
Todo esto te daré, comienza con Manuel recibiendo la noticia de la muerte de su marido en un accidente de tráfico. Hasta ahí todo normal, trágico, pero normal. Sin embargo, Álvaro, el accidentado, debía estar en Barcelona y no en una carretera de Galicia. Y ahí arranca la historia, ¿por qué estaba Álvaro allí? ¿Por qué Manuel no lo sabía? ¿Por qué tiene el accidente?
Manuel se adentra en el mundo oculto de Álvaro y en una Galicia desconocida para muchos de nosotros, y nos va desvelando una trama familiar llena de secretos y miserias, pero también de amor y confianza. Sin embargo, no es una novela de sentimientos, si no que al igual que ocurre en la Trilogía del Baztan, el suspense es el gran protagonista. Y es que Dolores Redondo, si algo sabe hacer bien es dejarte con ganas de saber más.
¿Qué me ha encantado del libro? Galicia, la magnífica labor de documentación de sus paisajes, costumbres y muchas ganas de probar y conocer el vino de la Riberia Sacra. También me quedo con sus dos personajes protagonistas, Manuel y Álvaro, pero no os digo por qué, tendréis que descubrirlos vosotros.
¿Qué no me ha gustado del libro? Pues que al igual que me pasó con la trilogía del Baztan, es bastante previsible quién es el culpable de la historia principal y por qué lo hace, aunque tengo que reconocer que no tenía muy claro el cómo. Esto no es que sea un gran problema, me pasa con muchos libros y sigo hasta el final, pero después de “No soy un monstruo” de Carme Chaparro, y del chute que supone dejarte tan descolada con una historia, exijo el mismo nivel, y más cuando se trata de un libro que ha ganado un Planeta. Carme, me has vuelto una yonki de la rotura de esquemas.
Tampoco me encaja la historia familiar de Nogueira, el guardia civil retirado que ayuda a Manuel a descubrir quién era realmente Álvaro. Te ayuda a comprender el personaje, pero no veo que aporte mucho a la trama principal. Es cierto que parece que hoy en día, todos tenemos que tener o bien un interés o un trauma personal para querer ayudar a otro ser humano, pero me sobra su vida con su mujer y sus hijas, su infelicidad, su rabia.
¿Lo recomiendo? Sí, sin duda. Por la historia principal de Álvaro y Manuel, por los paisajes, por las costumbres que aún perviven y las tradiciones, porque es un libro adictivo y porque Dolores Redondo, con toda su previsibilidad incluida, me parece una gran autora generando ansía de lectura. También por ser un libro mucho más personal que los anteriores, muy certero en cuanto a relaciones personales y perfiles psicológicos se refiere, para leer despacito a pesar de que no podrás porque querrás saber qué pasa después.
En una escala de 1 sobre 10, le doy un 8. La puntuación impar la tendrá cuando consiga dejarme boquiabierta con un gran final que me deje loca.
Espero poder dejaros durante el mes de diciembre varias reseñas para que tengáis ideas que regalar en Navidad. Porque siempre, siempre un libro es un gran regalo y por lo menos a mí, me gusta comprar e incluso leer sobre seguro.
Nos leemos Impares!
